Por: Willy Lazo Alvarez
Por la mañana ya por irme a trabajar estaba buscando las llaves del carro, y susurre muy despacio: "¿Donde están mis llaves?", no termine de decirlo y escuche unos pasitos que corrían muy rápido con mucho afán por la sala y en cuestión de segundos mi pequeña hija de 4 años estaba parada en la puerta de mi habitación con las llaves del carro en su manito.
Me hizo pesar en algo: cuantos de nosotros estamos lo suficientemente cerca del padre atentos para poder escuchar sus deseos y correr para cumplirlos.
Mi pequeña Alessandra me hizo acordar a 2 Samuel 23:15-17
Y David dijo con vehemencia: !!Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta! Entonces los tres valientes irrumpieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta; y tomaron, y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, diciendo: Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida? Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto.
Valientes que escucharon el deseo de su Rey y no dudaron ni un segundo en arriesgar su vida para cumplirlo.
El deseo de nuestro Dios es que todos se salven, y lo susurra a diario y lo escribió eternamente en su palabra (1 Timoteo 2:3-5)
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
No necesitamos estar cerca de El para saber cual es su voluntad, porque ya la dijo, pero si para sentir esa voluntad muy fuerte en nuestros corazones y tener el mismo deseo, el mismo amor y la misma pasión que el tiene porque esa voluntad sea cumplida.
Una señal de que estas cerca al Padre es tu pasión por las almas, acompañada de una fuerte dependencia de El y de su palabra, nunca pueden ir por separado.
Es tiempo de volver, no al camino porque ya estamos en el, es tiempo de volver a su corazón como en el primer día que nos rendimos y le dijimos que SI, ese loco primer amor.
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