
Muchas personas, la mayoría, el 99% de personas a las cuales se les intenta evangelizar, piensan y están seguras que Dios les perdonara sus pecados después de fallecidas o no se creen tan pecadoras como para no poder entrar al cielo, así que sería muy sabio bueno tener a la mano esta ilustración:
Supongamos que yo hubiese robado un banco. Pero una cámara escondida filmó el robo y el cajero y otros testigos me identificaron como siendo el culpable. Cuando me llevan a la presencia del juez, este pregunta: "¿Eres culpable o inocente?" Yo soy culpable y las pruebas son incontestables, entonces respondo: "Soy culpable, su excelencia" El juez pronuncia la sentencia, y me condena a cinco años de cárcel por el asalto a mano armada.
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Supongamos que pueda hablar y me dirijo al juez y le digo: "Su excelencia, estoy muy arrepentido por haber robado el banco. El dinero fue devuelto, y nadie fue herido. Si usted solo me deja ir libre, prometo que nunca más volveré a robar."
¿Sería el juez justo si me deja ir? ¡Claro que no! Él tiene una norma de justicia, la cual tiene que ser cumplida. Si los jueces liberasen los asaltantes de bancos simplemente porque dijeron que estaban arrepentidos y prometieron nunca más asaltar, no hubiera ningún banco seguro en el país.
APLICACIÓN
Dios es mucho más justo que cualquier juez humano aquí en la tierra. Él no puede ignorar nuestros pecados. Pero la Biblia dice que Dios depositó su ira en Jesucristo. El pagó el precio de tu pecado para que tú puedas ser libre en el Día del Juicio. No solo debes de arrepentirte por haber robado o pecado en algo mas, debes también depositar tu fe en el hecho de que Jesús pagó por tu pecado. Este asentamiento es lo que se conoce por la fe salvadora.
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